Es fácil asociar la idea de cultura con artefactos heredados, bienes, procesos técnicos, ideas, hábitos y valores. Pero hay otros enfoques posibles:

Para Stuart Hall (Hall, 1997), la cultura es la producción y el intercambio de sentido, la entrega y toma de sentido dentro de los miembros de una comunidad. Junto a él, Clifort Geertz (Geertz, 1973: 27) define la cultura como un sistema donde hay una interacción de símbolos interpretables. Así, dos personas proceden de la misma cultura, siempre que interpretan el mundo de una manera similar, y se expresan de una manera comprensible para ellos. Esto los hace compartir significados y ser mutuamente influenciados en su comportamiento.

Pero para ello, los miembros de la misma cultura tienen que poner en práctica un complejo sistema de representaciones a fin de compartir los conceptos, imágenes e ideas. Es decir, necesitan un lenguaje y ese lenguaje tiene éxito en el intercambio de esas cosas porque es el lugar central desde donde nuestras ideas, pensamientos y sentimientos construyen su significado.

En consecuencia, cualquier comunidad se encuentra y construye desde su propio lenguaje. Por lo tanto, también podría considerarse que la construcción de palabras e imágenes, es, en parte, crear o recrear la realidad cultural para el grupo que está construyendo ellos.

© Sebastián Guerrini, 2009