Parecería que la permanencia de la identidad requiere de algo que funcione como testimonio y certificado de su existencia, ya que de otra forma, ella no podría ser concebida como real. Real, según Lacan, como el lugar donde uno siempre puede volver. Tan real como los recuerdos de nuestra infancia o los lugares significativos y tangibles de los que podemos atestiguar su existencia porque están allí.

Sin la permanencia de estos testimonios, solo nos quedaría como referencia de nuestra identidad pensamientos sin duración y la ausencia de la conciencia de lo que somos, dejándonos así aislados bajo el control de la inmediatez.

Veamos un ejemplo: en la película Memento, de Christopher Nolan (2000), el personaje de Guy Pearce (Lenny) no tiene memoria a corto plazo por lo que no puede anclar recuerdos. Vive su vida en imágenes aisladas, materializadas por sus únicas formas de memoria que son frases y tatuajes que se ha marcado en su cuerpo, e instantáneas que toma con su cámara Polaroid. Fotos a las que él va escribiendo definiciones y adjetivos sobre el retratado. Como consecuencia de este problema de memoria, para Lenny no hay nada seguro, nada está claro, sobre todo su identidad.

Por otra parte, y más allá de la memoria individual, Maurice Halbwachs define la noción de memoria colectiva como un cierto tipo de conciencia del pasado aparentemente compartida por un grupo de personas. Esta memoria produce o reproduce percepciones fundamentales que un conjunto de personas mantiene, tales como asociar lugares, personas, situaciones con ideas, produciendo memorias que llegan a ser o creerse compartidas por sus miembros.

Pero quizás la mayor cosa que los miembros de esa sociedad estarían compartiendo es el olvido de vivencias personales únicas, aquellas cosas experimentadas o sentidas en forma individual por sus miembros pero no por el grupo. Momentos o circunstancias personales que al no sumar al conjunto, son dejadas de lado en pos de la memoria colectiva. Quizás entonces en la memoria colectiva sea mayor el olvido de los momentos  personales que el recuerdo de lo significativo para el conjunto.

© Sebastian Guerrini, 2011